viernes, 23 de julio de 2010
INVOCACIONES EN HONOR DE LAS SANTAS LLAGAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
En los anales del Monasterio de Clairvaux, se ha narrado que en cierta ocasión, San Bernardo hizo una pregunta a Nuestro Señor. El santo deseaba saber cuál había sido el mayor tormento de Jesús durante la Pasión y que todavía permanecía desconocido. Nuestro Señor le respondió, así: "Mientras que Yo cargaba Mi Cruz por la Via Dolorosa, sostuve en el Hombro una Herida muy lastimosa. Esta fue la más penosa de todas las demás. "Esta Herida no está registrada en los documentos históricos para el conocimiento de la humanidad. Ea, pues, honrad esta Herida con devoción. Yo he de conceder todo cuanto se Me pidiere por virtud y mérito de esta devoción. A los que veneran esta herida de Mi Hombro, les perdonaré todos sus pecados veniales. Además, ya no me acordaré de sus pecados mortales." (este oracion no substituye el confession)
ORACION
¡O Amabilísimo Jesús, manso Cordero de Dios! Yo, miserable pecador, saludo y adoro la Sagrada Llaga en Vuestro Hombro, donde habéis cargado la pesada Cruz. En esta Sagrada Llaga, Vuestra Carne fue tan desgarrada, que hasta el mismo Hueso quedó expuesto a la vista; y esto, en turno, Os ha causado una angustia profundísima. Esta aflicción fue más aguda que todas las demás Heridas, en Vuestro benditísimo Cuerpo. ¡O mi afligidísimo Jesús! Os adoro; Os alabo; Os glorifico y Os doy gracias por esta sagrada y muy dolorosa Herida. Por medio de ese agudísimo dolor, y por el aplastante peso de la ponderosa Cruz, Os suplico que tengáis misericordia de mí que soy un pobre pecador. Perdonad todos mis pecados, los mortales y veniales. Guiadme en el camino al Cielo por el estrecho sendero de Vuestra sagrada Cruz. Amén.
El Papa Eugenius III, en serio petición del Sto. Bernardo, ha concedido tres mil años de indulgencia a todos quien con uno contrito corazon, reza el Padre Nuestro y Ave Maria 3 veces, en honor de la Santa Herida del Hombro de nuestro Bendito Redentor.
"Jesús, María, Os amo. Salvad almas.""
Padre Eterno, yo Os ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para sanar las llagas de nuestras almas. Jesús mío, perdón y misericordia por los méritos de Vuestras Santas Llagas.
Sor María Marta Chambon era un humilde religiosa de la Orden de la Visitación en Chambery, Francia. Ella falleció en olor o estado de santidad, el día 21 de marzo de 1907. Según las afirmaciones de la misma religiosa, ella recibió de Nuestro Señor el mandato de cumplir una MISION particular. Consistía de invocar y adorar las Santas Llagas sin cesar. Así debía de reavivar esta devoción el los corazones de las criaturas.
Nuestro Señor le dijo:
"El alma que durante la vida ha honrado y estudiado las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo y que las ha ofrecido al Padre Eterno por las ánimas del Purgatorio, recibirá su premio. Es decir, a la hora de la muerte, aquel devoto será acompañado por la Santísima Virgen y los ángeles. Entonces, Nuestro Señor se le aparecerá glorioso y resplandeciente en la Cruz. Y en este resplandor celestial, será recibido y coronado por el mismo Jesucristo Nuestro Señor."
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